Jordi

Cartas desde el Artico #8

Porque esto va de subidas y bajadas, de momentos solo y momentos acompañados, de inspirar a otros y de que te inspiren, de dar y de recibir, pero sobretodo de dar. Porque entre el blanco y el negro hay infinitos colores, y somos la suma de todos ellos, de todas esas subidas y bajadas.

Estos días hablaba con amigos sobre Lofoten, un lugar hermoso y único pero a la vez me doy cuenta de que como a todo lugar, le faltan cosas, o mejor dicho, yo echo de menos cosas que aquí no encuentro. Pero eso depende de en qué momento de la vida se encuetre uno.

Laura y Guro. Stornapptinden, Lofoten

Pienso estos dias sobre el estar solo y sobre el sentirse solo, sin que vayan necesariamente de la mano. Me he sentido muy solo rodeado de gente en ambientes o situaciones en las que no me sentía cómodo y me he sentido eufórico y feliz estando solo ya sea de viaje, corriendo por la montaña o tomando un café en el bus en un dia lluvioso y gris, como hoy mientras escribo.

Nos podemos sentir solos en cualquier rincón del planeta porque es nuestro estado mental lo que determina la soledad. Una mente agitada implica miedo, dudas y confusión. Y desde ese estado de agitación tomamos decisiones a lo largo de la vida. Una mente agitada solo puede traernos más agitación.

En cambio, una mente en calma, ve la realidad con mayor perspectiva y por tanto puede decidir mejor, priorizar lo que realmente es importante y sentir qué personas nos hacen brillar y cuales no. De ahí la importancia de cultivar la paz interior, sea cual sea el nombre que se le ponga.

Stornapptinden, Lofoten

Y aunque para mi es imprescindible tener tiempo para estar conmigo, siento que quiero compartir más, posponer mi infinita lista de «to-do» y pasar más tiempo con buenos amigos, aprender de ellos, porque todos tenemos algo que aprender y algo que enseñar. Qué maravilla ver a los demás como maestros!

Podemos compartir muchas cosas, pero intercambiar conocimiento sin duda convierte cualquier encuentro en un momento inspirador.

Pienso en las personas que tengo alrededor, en Lofoten, en mi día a día, y de todas podria aprender algo, todas dominan o les apasiona algun tema, desde la nutrición, al deporte, el yoga… otras son muy proactivas y buenas en tomar decisiones, otras llevan una vida de tranquila junto a su familia.

A veces buscamos cursos online de todo tipo sin percatarnos de que estamos rodeados de gente maravillosa.

Uno no puede vivir en una isla, ni siquiera en las Lofoten.

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