Camperización de un bus. Capítulo 7: LA CABINA (I)

El siguiente paso podría haber sido perfectamente otro, por ejemplo forrar todas las paredes o pasar el cableado…pero la verdad es que me apetecía muchísimo forrar la puerta del conductor de madera y los escalones de la entrada, tanto la del conductor como la de los pasajeros. Así que me puse a ello.

Empecé por la puerta del piloto. Hacía unos meses, que ya había quitado y tirado a la basura los embellecedores de plástico. El material que elegí fue friso de pino natural, por la facilidad de montaje gracias al machiembrado (las juntas hembra-macho de cada lama, que hace que sea tan fácil de montarlas).

El primer paso fue hacer una plantilla de cartón. 

Os recomiendo hacer las plantillas con cartón duro y fino, no con el típico de las cajas de cartón. Yo empecé con ese y tardé poco en darme cuenta de que no era la mejor opción.

Una vez hecha la plantilla, fui poniendo las lamas encima de la plantilla y una a una las marqué, las corté y las coloqué en su sitio, hice una línea con un lápiz en la chapa, para servirme de guía en la siguiente lama, os lo recomiendo hacer, porque aunque parezca absurdo, no tendrás que preocuparte de aguantar ninguna lama extra.

La única lama diferente fue la que debía encajar con la manivela de la ventana. Para ello, hice un agujero en la lama utilizando una broca. Para asegurarme de hacer el agujero justo en su sitio he desarrollado dos técnicas muy rudimentarias, pero efectivas:

La técnica del rotulador: utiliza un rotulador permanente, pinta la parte que sobresale y al poner la lama encima se marcará. Hazlo rápido, sino, no se marcará.

La técnica del martillo: pon la lama en su sitio y con un martillo y un trozo de madera golpea bastante fuerte la lama (sin golpearla directamente, por eso uso el trozo de madera), de esa manera se hará una pequeña marca en la lama.

Bastante sencillo y rápido hasta aquí. La cosa se complicó cuando llegué a la altura de la maneta para abrir la puerta, el pestillo y la última lama.

Los escalones de la entrada principal

Lo siguiente que hice fue forrar los dos escalones de la entrada y los laterales. 

Primero puse una capa de aislante de 3mm y encima contrachapado de 10mm. La última capa fue una moqueta de fibra de coco de color negro que corté a medida y con la forma exacta. Simplemente la atorinillé al escalón. Pensé también en fijarla adhesivo de doble cara, pero con tornillos sería más fácil quitarla para limpiarla.

Y por último, el salpicadero

Lo último en esta primera etapa de la cabina fue pintar todas las piezas que dejé originales del salpicadero de color negro, para darle un lavado de cara, porque originalmente eran de un color gris oscuro y sucio. Lo más complicado fue quitar fue la parte central, con muchos botones y conexiones que quité con mucho cuidado y me aseguré tanto como pude de colocarlas en el mismo sitio tras pintarla. Pero creo que me llevaré alguna sorpresa con algún botón…

Otras partes directamente las tiré para sustituirlas por madera y darle un aire diferente. Fue bastante laborioso, y es que como siempre tardé mucho más de lo que pensaba que antes de ponerme con ello, pero el resultado me encanta.

Añadí dos puertecitas en la tapa del motor para romper el color negro, en la parte inferior derecha, utilicé friso barnizado que convertí en una única pieza, como si fuera una tapa, para poder sacarla fácilmente cuando sea necesario, porque detrás están todos los fusibles. Se sujeta con cuatro tornillos, uno en cada esquina.

Y las dos últimas piezas de plástico que sustituí por madera fueron las que había justo debajo del volante. Estas también me gusta mucho como quedan.

Lo único que queda pendiente de la cabina es el techo, que haré cuando coloque el de todo el bus.