El gran proyecto.
El proyecto del que nacieron todos los demás.
Tres años de dedicación, de paciencia, de perseverancia, de conversaciones, de compartir.
Tres años llenos de lecciones y emociones, para al final, cumplir un sueño: Vivir en las islas Lofoten.
Sin duda fue la fase más dura. La línea entre la euforia y la motivación se mezclaba con la duda y el miedo alimentado por comentarios de todo tipo a mi alrededor.
La primera fase fue muy larga, la que menos conocimientos tenía y la que más respeto me daba. Rehacer la estructura metálica por completo fue toda una aventura. Por suerte conté con personas maravillosas a mi alrededor.
En ese momento sentía que rectrocedía dia a dia en lugar de avanzar. Cada día veía más lejos acabar aquel autobús… Error tras error todo fue cogiendo forma.
El mantra aquellos días fue PERSEVERANCIA, PACIENCIA Y CONFIANZA.
Constantemente me lo repetía. Vamos Jordi, siguie con este proyecto, persevera, no te rindas. Ten paciencia, poco a poco va a coger forma. Confía en tí, en la decisión que tomaste, en este sueño. Ignora a todos los que a tu alrededor te hacen dudar, apoyate en los tuyos, en los que están ahí día a día apoyándote.
Fase 1: Destrucción
Fase 2: Construcción
Y poco a poco, madera a madera, el bus fue cogiendo forma.
Y casi 4 años más tarde, este ha sido el resultado.
Desde el 2021 vivimos al norte de Noruega, en las ilas Lofoten, y por supuesto, este autobús, contruido con nuestras propias manos, es nuestro hogar.